Las máquinas expendedoras de bolas son un objeto de adoración para los más pequeños. ¿Cuanto dinero podrán gastarse los padres en comprar bolitas de este tipo en las que no vienen más que objetos inservibles? Bueno, ese no es el debate, el caso es que todos nos hemos sentido atraídos por ellas y por esos juguetes absurdos porque cuando somos pequeños cualquier cosa que conlleve un poco de misterio nos atrae, incluso estas bolas con santos.
En ella se pueden encontrar figuritas de la Virgen María, Jesús, San Pedro o San José, ángeles e incluso el Papa Juan Pablo II, entre otros. Poco nos importa, si hay que jugar a las batallitas y enfrentar a Jesús con San Pedro, se enfrenta y punto, no creo que vayamos al infierno por eso. ¿o si?
Vía: No puedo creer