Parece más bien una película cómica o de intriga, dependiendo de cómo se mire, pero es la realidad. Es un proyecto llamado Take-a-Seat presentado en la Academia de Diseño de Eindoven que hace que las visitas a las bibliotecas sean más cómodas ya que un sillón te seguirá allá donde vayas para que te puedas sentar en el momento que quieras.
Por un lado me parece cómico ver como el silloncito persigue a su guía por todos los pasillos como si de un perrito se tratase, pero por otro lado me resulta un poco intrigante el hecho de ver aparecer de repente un sillón detrás de tí, en todo momento.
Por supuesto, los sillones no se activan nada más entrar a la biblioteca sino que necesitas coger una tarjeta que ellos reconocen y que les hace moverse. Algo que me llama especialmente la atención (por si el invento en sí no fuese poco llamativo) es la precisión que tienen ya que son capaces de volver a su lugar cuando el usuario se va y conectarse al sistema de carga ellos solos.
A ver si de esta forma hay muchos perezosos que se animan a leer.
Vía: No puedo creer…