No se con que líquido o producto habrían rociado este parachoques pero al perro parece gustarle bastante, tanto que poco a poco y mordisco a mordisco lo va a arrancando como si fuese papel. Cualquiera sale del coche, no me quiero imaginar como quedarían las piernas.
Tiene que llevar diez kilos de chuletas en el interior del vehículo porque sino no lo entiendo.