¿Recordáis aquél vídeo en el que un hombre era incapaz de salir de un aparcamiento más chupao que un caramelo? Seguro que sí, es algo que se queda en la retina y no se puede olvidar. Pues algo similar le pasa a esta muchacha.No se si este desastre es fruto de los nervios o de tener el carnét de estreno en la cartera, pero lo que hay que alavar es su insistencia aún habiendo coches esperando. Yo, en mis tiempos de conductora novata, salía por patas.
Vía: Desvariando ando