¡Amigos, amigas, inquilinos en apuros y dueños de pisos con goteras! Hoy vengo a hablaros de algo que nos afecta a todos: la vivienda. Ese lugar donde pagamos un alquiler que nos hace llorar más que un capítulo de This is Us. Y justo cuando pensábamos que no podía haber más drama, ¡tachán! Aparecen las 12 medidas mágicas del Gobierno para arreglarlo todo. ¿12 medidas? Esto suena más a una dieta de milagro que a una solución real, pero bueno, vamos a repasarlas.
La gran solución: 12 pasos (como los de los alcohólicos anónimos, pero sin garantía de éxito)
- Más viviendas públicas: Dicen que van a construir miles de pisos para alquiler asequible. Claro, porque sabemos que el Gobierno es rapidísimo construyendo. Si has visto una obra pública, sabes que una vivienda pública tardará más en estar lista que la nueva temporada de Stranger Things.
- Recuperar las viviendas de la Sareb: Ah, las casas de la Sareb. Esa gente que tiene más viviendas abandonadas que primos tienes tú en Facebook. Eso sí, 13.000 estarán listas «inmediatamente». Claro, «inmediatamente» en lenguaje político significa “cuando tus nietos puedan votar”.
- Prioridad de compra estatal: Quieren que el Estado tenga prioridad para comprar viviendas y suelos. Vamos, que ahora el Gobierno será el «primer en la fila» en Wallapop, pero con casas. Eso sí, ¿tendrán presupuesto? Porque la última vez que miré, estaban con más deuda que el vecino que no paga la comunidad.
- Propiedad pública eterna: Las viviendas construidas con dinero público serán públicas para siempre. ¡Qué bonito suena! Esto es como decirle a tu pareja que nunca dejarás de quererle… hasta que aparece un fondo buitre que te lo pone difícil.
- Nuevo PERTE de Vivienda: ¡Construcción modular e industrializada! ¡Modernización! En Valencia, porque… ¿por qué no? ¿Esto qué significa? ¿Casas prefabricadas estilo IKEA? Espero que al menos traigan un manual más claro que el de las estanterías Billy.
- Créditos ICO para más casas: Dicen que con 6.000 millones van a construir 25.000 viviendas. Yo ya estoy viendo la calculadora rota de quien hizo las cuentas, porque con los precios de hoy, eso alcanza para medio baño en el centro de Madrid.
- Exención del IRPF para alquileres asequibles: Si alquilas barato, no pagas IRPF. Básicamente, quieren que los caseros sean generosos por amor al arte. Claro, porque sabemos que los propietarios son como Papá Noel, siempre pensando en los demás.
- Rehabilitación de pisos vacíos: Te pagan por reformar pisos vacíos y ponerlos en alquiler. Seguro que el cuñado que siempre «arregla todo» ya está frotándose las manos para chapucear pisos por todas partes.
- Garantías públicas para inquilinos y propietarios: Básicamente, un seguro para que nadie salga perdiendo. Esto suena muy bien, pero me recuerda a esos seguros que compras y nunca cubren nada. Seguro que habrá letra pequeña del tipo: «Solo válido los martes con luna llena».
- Tributación para pisos turísticos: Ahora los pisos turísticos tributarán como hoteles. Por fin, algo justo. Aunque ya estoy viendo a los dueños cambiándoles el nombre: «Esto no es un piso turístico, es un Airbnb para amigos».
- Límite a la compra por extranjeros: Si no eres de la Unión Europea y quieres comprar un piso, te cobran un 100% más. Vamos, que los extranjeros pagarán doble, pero yo sigo pagando triple por mi alquiler. Igualdad para todos, ¿no?
- Plan para 2026: Y por último, ¡un Plan Estatal de Vivienda para 2026! Porque, claro, los problemas de hoy se solucionan con promesas de dentro de dos años. Es como decirte: “No te preocupes, te pago mañana… pero en 2026”.
La crítica (que no falte)
Seamos sinceros, amigos. Estas medidas son como ese amigo que siempre promete que esta vez sí hará dieta: empiezan con fuerza, pero al final se queda en nada. ¿Construir más vivienda pública? Muy bien, pero ya vamos tarde. ¿Regular pisos turísticos? Perfecto, pero ¿quién lo supervisa? Y lo de limitar a extranjeros… no sé, suena a parche más que a solución.
En resumen, esto parece más un sueño húmedo de urbanismo que un plan realista. Pero oye, ¿y si funciona? Mientras tanto, seguiré buscando alquiler barato… aunque probablemente acabe compartiendo piso con tres freelancers y un gato en 20 metros cuadrados. ¡Suerte a todos en la jungla del mercado inmobiliario!
Artículo escrito en clave de humor como un monólogo basado en este artículo publicado en Noticias de Andalucía.