Al abrir el paquete, ponga una cara neutra: no se muestre muy complacida con el producto. Si se siente muy seguro de sí, el hombre no funciona bien, vive dando defectos.
Consérvelo en lugar fresco (hombre hediondo no funciona) y seguro (no se olvide que es el sexo débil).
Deje fuera del alcance de esa vecina conversadora y sonriente. Puede hacer estragos en su producto.
Para motivarlo, bastan unos besitos en el cuello por la mañana.
Para desmotivar, provea una noche de sexo. Él dormirá hecho una piedra y no dirá ni buenas noches (la falta de educación es un defecto de fábrica).
Prográmelo para firmar los cheques sin hacer muchas preguntas.
Cargue las baterías tres veces por día: café de mañana, almuerzo y cena.
Mas que eso provoca gordura indeseable.
En caso de defecto, algunas tácticas acostumbran dar resultado:
Comience escondiendo el control remoto.
Si la falla persiste, cancele el fútbol de fin de semana y las reuniones con los amigos.
Pero si el problema es realmente grave se precisa tratamiento de choque: la única solución es veda de sexo.
Las cosas que sabe hacer bien (cambiar lámparas, abrir latas de palmitos, tarros de aceitunas y mayonesa, abrir latas en general, cambiar ruedas, cargar bolsas, colgar cuadros de la pared, cambiar canillas, duchas y lustrar zapatos) deben ser estimuladas.
Atención:
Hombre no tiene garantía y todos los especimenes están sujetos a defectos de fábrica, como dejar la toalla mojada en la cama, orinar la tapa del inodoro dejarla levantada, hacer vagancia, desordenar las cosas, criticar, reclamar, autoexaltarse, beber demasiado, comer cebolla, olvidar fechas de aniversario, roncar, etc… No existe un patrón. La solución es ir cambiando hasta que se halle el modelo ideal, y según informan recientes pesquisas aún no fue INVENTADO; pero nada cuesta intentar.