Seguimos con monólogos de los humoristas que salieron de la Hora Chanante, el siguiente es Raúl Cimas. Este humorista es especial, lo digo porque no posee ninguna cualidad especial, tipo imitar, cantar, hacer el «gañan», etc. simplemente es gracioso, muy gracioso. Utiliza sobre todo la técnica siempre recomendable de reírse de uno mismo, y no hay nada para el público como hacer bromas ridículas sobre el propio cómico.
En el monólogo que he escogido para hoy, realizado en Paramount Comedy, Raúl Cimas se muestra como un chico tímido, traumatizado, «bobalicón» que hace monólogos como si fuera una terapia para superar sus problemas psicológicos, es simplemente brillante.
Comienza contando su historia, la relación con sus padre, que se metía con él por ser bizco, o la relación con su madre, que como afirma él en el monólogo:
«Mi madre era amante de la cultura, y nunca me pudo perdonar que naciera analfabeto»
Continúa diciendo como en su casa todos se metían con todos con motes realmente hirientes, lo traumático que era ir con su madre al supermercado, o como no se relacionaba con los niños en el colegio, y que a raíz de eso empezó a escribir poesía, y como tituló uno de sus mejores poemas «Europe’s living a celebration«.
A mitad del monólogo, relata como fue su primera relación sexual, después de tantos traumas y con tanta inseguridad, y lo describe con la siguiente frase:
«Lo hice por primera vez y…acabé enseguida. Justo cuando iba por el segundo escalón del puticlub».
Sigue hablando después de su abuela, y de lo «inmadura» que era, que con 80 años quería ser guardia jurado. Y más tarde continúa hablando de sus inseguridades, que se pone nervioso cuando le piden algo, y que acaba dando él las gracias, etc.
Tiene un final realmente gracioso, así que no desvelo más y os dejo que disfrutéis de la terapia de Raúl Cimas:
Si os apetece verle en directo podéis disfrutar ahora del espectáculo que hace junto a Julián López, titulado «Toda la verdad sobre el oso hormiguero» en el Teatro Cofidis.