Hay bromistas que en ocasiones se les va un poco la cosa de la mano y realizan bromas demasiado pesadas pero muy graciosas, como la que os traemos hoy y que ha sido realizada en una cabina de fotos normal y corriente como muchas que nos podemos encontrar en cualquier ciudad del mundo.
En esta ocasión la gente entra a estas cabinas con la intención de hacerse sus fotos sin pensar en que alguien les estuviera esperando para darle un «pequeño» susto.
Mientras que se están haciendo las fotos, reciben la visita de unos inesperados individuos que harán que se estremezcan dentro de la cabina, sin poder salir de ella. La cara de las personas lo dicen todo.
Los que no hemos sufrido esta broma nos estaremos partiendo de risa, pero si nos hubiera tocado a nosotros, no sabríamos como hubiéramos actuado.