Aunque su utilidad sea un poco absurda he de decir que es uno de los inventos más ingeniosos que he visto en mucho tiempo. Puede que sea un poco difícil de comprender pero, en efecto, lo que se ve en las imágenes es un lanzador de pelotas para perros, algo que vemos todos los días ¿verdad?. No es que sea un invento creado para su comercialización sino que es una idea de un tipo que estaba cansado de tener que tirarle la pelotita a su perro. Con este aparatito él se lo guisa y él se lo come.
El artefacto incorpora sensores de proximidad para que no se active si el perro está demasiado cerca (no vaya a ser que lo lance a la casa del vecino), sensores de presión para saber cuando la pelota está en su lugar y un contador para saber cuantas veces ha jugado el perro a la máquina (las mismas veces que el dueño ha ido al frigorífico a por una cerveza). Vamos, basicamente que el animalito es el que tiene que coger la pelota, colocarla en el aparato para que la lance e ir a por ella, y vuelta a empezar. Hay que ser vago…
Vía: nopuedocreer
