Un cura cuando va a comenzar la misa ve que hay 10 beatos y sólo tiene 9 hostias, por si todos comulgan coge y recorta un trozo de plástico de una garrafa. Cuando llega la hora de comulgar ve que todos se levantan y piensa ¿a quién le doy la hostia de plástico?
Ve una vieja en la última fila y a ella se la da. Una vez terminada la misa, ve que la vieja no se marcha y sigue dándole vueltas a la boca como si se lu hubiera pegado el chicle en la dentadura postiza, por lo que el cura le pregunta:
– Hija mía , ¿cómo sigue usted aquí?
– Padre, ¿de que es la hostia que me ha dado?
– Del cuerpo de cristo…
– Pues me debe haber tocado la po…, porque cuanto más la chupo, más dura se pone…