Este cura de Granada que lo mandan 3 fines de semana a hacer una sustitución a Sevilla, y el cura mosqueado porque no aguanta el acento de Sevilla se marcha resignado. El primer fin de semana suelta su sermón:
– Hoy hablaremos de Adán y Eva: Adán era un galante buen hombre de Granada y Eva una mala mujer sevillana…
Los feligreses se pillan un rebote considerable. El segundo fin de semana vuelve a sermonear:
– Hoy hablaremos de Caín y Abel: Abel era un buen hermano granadino y Caín un mal chaval de Triana…
Los feligreses mosqueados se van a hablar con el obispo que regaña al cura. El cura mosqueado, piensa como hacerlo por tercera vez pero sin ofender directamente:
– Hijos míos hoy hablaremos de la última cena, estaba Jesús y sus discípulos, cuando le dijo esta noche uno de vosotros me traicionará… Marcos dice: ¿seré yo padre?, no hijo mío, Lucas pregunta, ¿seré yo maestro?, No, Lucas… y Judas pregunta: ¿seré yo, mi arma?…