Estamos a finales de la Semana Santa, una época donde las televisiones nos han acribillado con películas religiosas que las repiten año tras año. Seguro que estos días habéis visto alguna relacionada con la vida de Moisés y sus mandamientos, pero ¿alguna vez os habéis puesto a pensar cómo le eligió?
Para ello os dejamos una historia donde se muestra como fue buscando al pueblo adecuado hasta llegar al pueblo Judío.
Dios les preguntó a los Griegos: «¿Queréis que os de un mandamiento?».
Los Griegos le preguntaron: «¿Cual sería el mandamiento, Señor?».
Dios les dijo: «No matarás».
Los Griegos contestaron: «No, gracias: eso interrumpiría nuestras continuas conquistas».
Entonces Dios les preguntó a los Egipcios: «¿Queréis que os de un mandamiento?».
Los Egipcios le preguntaron: «¿Cual sería el mandamiento, Señor?».
Dios les dijo: «No cometerás adulterio».
Los Egipcios contestaron: «No, gracias: eso convertiría en muy aburridos nuestros fines de semana».
Dios entonces les preguntó a los Fenicios: «¿Queréis que os de un mandamiento?».
Los Fenicios le preguntaron: «¿Cual sería el mandamiento, Señor?».
Dios les dijo: «No robarás».
Los Fenicios contestaron: «No, gracias: eso arruinaría nuestra economía».
Y así Dios fue consultando pueblo por pueblo hasta llegar a los Judíos, a quienes preguntó: «¿Y vosotros, queréis que os de un mandamiento?».
Los Judíos le preguntaron: «¿Cuanto nos costaría?».
Entonces Dios les dijo: «Sería gratis».
Los Judíos inmediatamente respondieron: «¡¡¡Entonces mándanos diez!!!»…