Cómo dar una pastilla a un gato

dar una pastilla a un gato

Los gatos tienen la fama de ser mascotas muy modositas que no suelen dar ningún tipo de problemas. Los problemas con los gatos aparecen cuando les obligas a hacer algo que ellos no quieren como darse un baño, llevarlos al veterinario…

Hoy os vamos a contar en clave de humor las peripecias de unos amigos para lograr que su gato se tomase una pastilla que le había mandado el doctor. Viendo este proceso, más cuenta hubiera tenido habérsela disuelto en agua, de esta forma seguro que no hubiera habido ningún tipo de problema.

dar una pastilla a un gato

Tome elgato y acúnalo con tu brazo izquierdo como si estuvieras sosteniendo a un bebé. Coloca el dedo índice y el pulgar de tu mano izquierda para aplicar una suave presión sobre las mejillas del minino, mientras sostienes la píldora con la derecha. Cuando e lgato abra la boca, arroja la píldora dentro. Permítele cerrar la boca a los efectos de que el gatola trague.

Coge la píldora del suelo y saca algatode atrás del sofá. Acuna al gato en tu brazo izquierdo y repite el proceso.Trae el gato desde el escritorio y tira la píldora baboseada a la basura.

Coge una nueva píldora de la caja, acune algato en tu brazo izquierdo, manteniendo las patas traseras firmemente sujetas con su mano izquierda. Fuerza la apertura de mandíbulas y empuja la píldora dentro de la boca con tu dedo medio. Manten la boca del gato cerrada y cuenta hasta diez.

Saca la píldora de la pecera y al gato de arriba del armario. Llama a tu marido que esta en el jardín para que te ayude. Arrodíllate en el suelo con el gato firmemente sostenido entre tus rodillas. Manten sus patas traseras y delanteras quietas. Ignora los gruñidos que el gato emite. Pídele a tu esposo que sostenga la cabeza del gato con una mano, mientras le abre la boca con una regla de madera. Arroja la píldora adentro y frota vigorosamente la garganta del gato.

Trae al gato del portarrollos de la cortina y coge otra píldora de la caja. Recuerda comprar una nueva regla y reparar las cortinas. Barre cuidadosamente los trozos de figuras de porcelana y pónlos aparte para pegarlos luego.

Envuelve algato en una toalla grande y pídele a tu esposo que lo mantenga estirado, con sólo la cabeza visible. Pon la píldora en una pajita de gaseosa. Abre la boca del gato con un lápiz y pon un extremo de la pajita en la boca delgatoy el otro en la tuya y sopla.

Verifica en la caja para asegurarte que la píldora que te acabas de tragar no es dañina para seres humanos. Bebe un vaso de agua para recuperar el sentido del gusto y aplica apósitos en los brazos de su esposo y limpia la sangre de la alfombra con agua fría y jabón.

Trae al gato del tejado del vecino y coge otra píldora. Pon al gato en el armario y cierra la puerta sobre su cuello, dejando sólo la cabeza fuera del mismo. Fuerza la apertura de la boca con una cuchara de postre y arroja la píldora dentro de la boca con una goma elástica.

Vete al garage a buscar un destornillador para volver a colocar la puerta del armario en sus bisagras. Aplícate compresas frías en las mejillas y verifica cuando fue su última dosis de vacuna antitetánica.

Llama a los bomberos para bajar al gato del árbol de la calle de enfrente. Discúlpate con tu vecino que se acaba de estrellar contra su reja tratando de escapar delgatofurioso.

Toma la última píldora de la caja. Ata las patas delanteras delgato con las traseras con una cuerda y átalo firmemente a la pata de una mesa de la cocina. Busca unos guantes de trabajo pesado. Mantén la boca del gato abierta con una pequeña palanca y pon la píldora en la boca seguida de un trozo de carne. Mantén la cabeza vertical y vierte medio litro de agua a través de la garganta del gato, para que trague la píldora.

Haz que tu esposo te lleve a la sala de emergencias. Siéntate tranquilo mientras el doctor le venda los dedos y la frente y te saca la píldora del ojo. En el camino de vuelta a tu casa deténte en la mueblería para comprar una nueva mesa y acude a una oficina inmobiliaria para comprar una nueva casa y llama al veterinario, para averiguar si tiene algún hámster para vender.

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