Uno de los ejercicios más utilizados para comprobar la confianza que tenemos en otra persona es dejarse caer con la esperanza de que nos agarre y nos evite darnos un trompazo contra el suelo, pero ¿es aconsejable confiar en que esto ocurra así?
Según un estudio realizado por el protagonista del vídeo que os dejamos a continuación, esto no siempre ocurre, para ser verdad ocurre más que nos dejen caer que nos agarren. El pobre lo vivió en sus propias carnes y vistos los trompazos que se metió tuvo que tener más de una magulladura.