Piropos bestiales

piropos bestiales

No hay nada mejor para una mujer que un buen piropo, esto le suele levantar la autoestima. Quien diga que no le gusta que la alaben miente, pero claro, siempre dentro de un límite, ya que en ocasiones los piropos pueden ser demasiado fuerte e incluso obscenos, que en vez de animar a la mujer, lo que consigue es que se cabré y salga corriendo.

Hay muchos piropos de este tipo, y nosotros hemos querido recoger algunos de ellos en una lista que os dejamos a continuación. Sólo una recomendación, muchos de ellos no los utilicéis si queréis ligar con alguna mujer ;-).

piropos bestiales

– ¡Dime quién es tu ginecólogo para chuparle el dedo!

– Tienes dos ojos como dos sartenes que cuando te los miro se me fríen los huevos!!!

– ¡Niña! ¡¡¡Estás más apretada que los tornillos de un submarino!!!

– ¡Si fueras barco pirata te comería el tesoro que tienes entre las patas!

– ¡Me gustaría que fueses un pollo para meterte el palo por el culo y hacerte sudar!

– ¡Estás tan buena que te haría un traje de saliva!

– ¡Con ese culo te invito a cagar en mi casa!

– ¡Preciosa! ¡¡¡Con esa mirada tan dulce me dan ganas de chuparte un ojo!!!

– ¡Mozaa! ¡¡¡Si tu culo fuera un banco te la metería a plazo fijo!!!

– ¡Eres más enrollada que las pelotas de mis pinreles!

– ¡Estas tan buena que te comería con ropa y todo, aunque estuviera un mes cagando trapos!

– ¡Eso si es un culo y no lo que quita mi madre a los tomates!

– ¡No te lo vas a creer, pero yo hace 30 segundos era maricón!!

– ! Con un culo tan bonito tienes que cagar bombones!

– ¡Te comería y me cosería el culo para no cagarte!

– ¡Dime cómo te llamas y te pido para los Reyes!

– ¿Crees en el amor a primera vista o tengo que volver a pasar delante de ti?

– Qué bonitas piernas… ¿A qué hora abren?

– Si estás buscando el tocador de damas, no busques más: soy yo.

– Mátame si no te sirvo, pero primero pruébame.

– Estoy buscando diosas para una nueva religión… y acabo de elegirte.

– Bonitos pantalones, quedarían muy bien en el suelo de mi dormitorio.

– Discúlpame… ¿Tienes hora?… es que se me paró cuando te vi.

– El médico me prohibió levantar cosas pesadas… ¿Me ayudas a hacer pipí?

– Hola, soy nuevo acá, ¿me puedes decir dónde queda tu apartamento?

– ¿Te importa si compartimos el taxi hacia mi casa?

– Bonita blusa, ¿puedo hablarte sin ella?

– Jugar al doctor es para niños, ven y juguemos al ginecólogo.

– Señorita, si ya perdió su virginidad, ¿me podría regalar la cajita en que venía?

– Miedo te tenía que dá si supieras donde me cuelgo la toalla mojá y el albornoz cada vez que pienso en tu cuerpo.

– Te voy a comer tol abujero negro sideral.

– Tienes mas polvos que las chancletas de Kung Fu.

– Te voy a echar un polvo tan salvaje tan salvaje que nos va a salir el hijo vikingo (y del Athleti…)

– Chavalota, haria contigo mas cosas que las que haría Macgiver en bricomania.

– Tu padre debía tener el rabo como el cincel de Miguel Ángel pa´hacer semejante escultura.

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