La imaginación de las personas no tiene límites y más cuando estamos en peligro o necesitamos algo que nos saque de un apuro. En esos momentos nuestro cerebro empieza a reaccionar y a funcionar a toda máquina para intentar dar solución a nuestro problema.
En algunos casos, esas soluciones no son todo lo ortodoxas que uno desearía pero si finalmente cumple con su cometido entonces todos contentos.
Esto es lo que tuvo que pensar nuestro amigo de la imagen, que ante la caída de una de sus camisas al patio optó por hacer uso de su aspiradora antes de bajar las escaleras para recogerla
¿Para qué otras cosas habéis utilizado vosotros vuestra aspiradora?