Están tres mujeres hablando plácidamente una tarde en un banco sobre métodos anticonceptivos y dice la primera:
– Yo uso preservativo, es lo mejor para no quedarse embarazada.
La segunda alega:
– Yo como soy muy católica prefiero usar el método de toda la vida, la marcha atrás.
Y la tercera dice:
– Yo uso el método de la silla…
¿El método de la silla? – Preguntan las otras 2:
– Si el método de la silla, como mi marido es muy bajito, cuando vamos a hacer el amor, él se sube a una silla y yo me ponto en la cama y cuando veo que se le empiezan a poner los ojos vidriosos le pego una patada a la silla…