Chiste: funcionarios mal pagados

En nuestro país estamos todo el mundo acostumbrados a decir lo bien que viven los funcionarios, con un trabajo fijo para toda la vida y un sueldo superior a la media de muchos trabajadores. Lo que no hablamos es lo que cuesta llegar a tener una de esas plazas, o por lo menos para algunos, porque siempre hay alguno que lo consigue mediante enchufe, ¿a qué si?

Lo que también estaréis de acuerdo conmigo es que aún hay mas enchufismo cuando se opta a un alto puesto en cualquier empleo público. Ahí los amigos de los políticos, familiares y demás gente parte con mucha ventaja sobre el resto de personas que optan al puesto.

Sobre este tema es el que trata el chiste que os dejamos hoy y que esperamos que os guste.

trabajo de funcionarios

El chico que termina el colegio secundario y no tiene ganas de estudiar nada.
Como el padre es un tipo de pocas pulgas, lo aprieta:
– ¿Ah? ¿No quieres estudiar? Bueno, yo vagos no mantengo, así que vas a trabajar. ¿Estamos?
El padre, que tiene algunos amigos políticos dada su larga trayectoria, trata de conseguirle un empleo y habla con un amigo:
– Pepe, ¿Te acuerdas de mi hijo? Bueno, terminó el secundario y no quiere estudiar por ahora. Si puedes, necesitaría un puesto como para que empiece a trabajar mientras decide si va a seguir una carrera. El asunto es que haga algo y no ande como vago, ¿me entiendes?
A los tres días llama Pepe:
– Tito, ya está. Asesor de la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores. Unos 4.000 por mes. Está lindo, ¿no?
– ¡No, Pepe!. ¡Es una locura!. Recién empieza. Tiene que comenzar de abajo.
A los dos días, de nuevo Pepe:
– Tito, ya lo tengo. Le conseguí un cargo de Secretario Privado de un Diputado. El sueldo es más modesto, de 3.000.
– ¡No, Pepe!. ¡Recién terminó el colegio! No quiero que la vida se le haga tan fácil de entrada. Quiero que sienta la necesidad de estudiar, ¿me entiendes?
Al otro día:
– Tito, ahora sí, Ayudante del Encargado del Archivo, con algo de computación ya está, claro que el sueldo se va muy abajo… serían 2.300, nada más. ¿Con qué va a pagar las salidas el pobre chaval?
– Pero Pepe, ¡por favor!, conseguirme algo más modesto. Recién empieza. Algo de 1.000
– Bueno… sí… se puede ver… pero no sería para él, Tito.
– ¿Por qué?
– Y… esos cargos son por concurso, necesita currículum, título universitario… Algún máster, ¿Me entiendes…?

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