Empezaré diciendo que Willy Fog era en realidad un cabronazo. Son muchas cosas que me llevan a esta reflexión tan profunda. Hace unos días me volví a ver la vuelta al mundo en 80 días, si hombre, esa serie de dibujos animados de nuestra infancia. Normalmente los niños la ven y sin más, no le dan vueltas a los mensajes que pueden recibir de ella. Yo soy gilipollas, creía que iba a ver una serie infantil, una típica serie de dibujos animados y me he encontrado con decenas de mensajes ocultos horripilantes. Porque nosotros les reímos las gracias en aquellos tiempos, pero vaya cositas feas…
Willy Fog era un jodido explotador, riete tú de tu jefe, de Díaz Ferrán y de todos los empresarios de este país y de este mundo. Para empezar, ¿cómo contrató a Rigodón? cogió su recomendación, le dijo “ale majo, contratado” y nada, a currar como un negro. ¿Dónde está el contrato? ¿Donde están los papeles de la seguridad social? Aaaamigo, este tío contrató de forma ilegal al pobre gabacho. Porque, ¿tú has visto a Rigodón cobrar alguna nómina en la serie? ¿A que nunca escuchaste al señor Fog decir: “anda, toma una propinita”? lo dicho, un jodido negrero. ¿Por qué se lo permitió Rigodón? vete tú a saber. Lo mismo ese gato no era francés, era persa y no tenía los papeles en regla. ¿Por qué te crees que Willy Fog se tomó tan bien el llevarse a Tico por la cara? ¡Para engañar al puñetero gato!
Aparte, el león ese era un cerdo. No llevaba maleta alguna, sólo un maletín lleno de dinero. Entonces… ¡ese animal se hizo el viaje entero con el mismo traje! dios santo bendito, que hedor debía desprender. Ese tufillo que desprendía no lo salvaba ni el Axe. ¿Por qué te crees que llevaba un traje marrón? ¡Para que la mierda se notase menos! se pone un traje negro y al cuarto camino se tiene que volver a Londres. ¿Tú le viste en alguna tintorería durante la serie? no, ¿verdad? pues blanco y en botella…
Aparte, que no podía ser de fiar. ¿Cómo puede uno confiar en un tipo que nunca se encabronaba? por el amor de dios, perdieron un montón de barcos y trenes, sufrieron corte de vías, viajaron en un elefante, que tiene que ser mas incomodo eso que una cama de granito. Yo pierdo un tren y me cago en todos los santos del cielo, desde Aarón hasta Zacarías. Pero él nada, todo tranquilito, incluso iba de chuleta a veces diciendo: “tranquilo Rigodón, ya contaba con esto”. Y una mierda, leoncio, no te esperabas eso ni de palo, pero había que hacerse el duro delante de la cámara. Y si tan preparado lo tenía, ¿de dónde sale el fallo de llegar un día antes y no darse cuenta? macho, has calculado un viaje alrededor de la tierra en ochenta días en pleno siglo XIX, eso es más difícil que hacérsela encoger a los negros del Congo, ¿me vas a hacer creer que no te diste cuenta de ese detalle? poco profesional…
Otra cosa que me llamó siempre la atención fue Tico. Si no sabía silbar… ¿por qué no aprendió durante el viaje? tuviste ochenta días con sus ochenta horas aburridas en barcos, trenes y más transportes de la época, no tenías nada mejor que hacer… que digo yo, que si tanta ilusión le hacía pues haber intentado aprender, coño. Pero bueno, no me quiero meter mucho con el pobre que bastante tenía con su tamaño.
Prefiero no hablar del resto. La verdad, sería hablar por hablar y lo peor, para encabronarme. Una serie muy bonita, con unas canciones muy pegadizas y todo muy bonito, pero por debajo de todo eso mierda, mucha mierda. ¿No os distéis cuenta en su día? bienvenidos a la cruda realidad…
Autor: Alberto Cabello