Supuesto que hay un millón de modelos de despertadores entre los que elegir, debemos escoger uno que tenga un sonido peculiar, que no se parezca a nada y que sea identificable como aquel «ruido molesto» que nos hace levantarnos por la mañana. ¿por qué os digo esto? Mirad el peligro de tener un despertador con un sonido común.
Vía: Humorizate