Los nervios de un directo televisivo siempre suelen revolver el estomago hasta al más experimentado de la profesión, más aún si se trata de un perrito que va a debutar en la televisión. El pobre tenía el estómago revuelto ante tanta repercusión mediática y claro, pasó lo que pasó.
¿Qué decir en un programa de televisión mientras un perrito se está «desahogando» en tu mesa de trabajo? Lo locutas? Lo mejor es reir y taparte la nariz.
Vía: Collegue Humor