Qué difícil es conducir en las grandes ciudades. Son muchos los coches que se mueven por sus calles cada día, y llegar con nuestro coche de un sitio a otro puede ser una auténtica locura. Cada uno va más pendiente de sus cosas que realmente de cumplir con sus obligaciones como conductor y para colmo, en muchas ocasiones nos encontramos con molestas obras que complican aún más el desplazarnos por la ciudad con el vehículo.
Si eres un conductor novel que tienes pensado ir a Madrid o cualquier otra gran ciudad en tu coche, te dejamos una serie de «consejos» para no desentonar mucho por sus calles.
Un carril derecho cerrado por obras es un juego para ver cuánta gente se puede colar adelantándote por la derecha mientras tú estás en el carril izquierdo esperando a que los capullos en cuestión se metan antes de tragarse los topes naranjas.
Los intermitentes revelarán a los demás conductores tu próximo movimiento. Un auténtico conductor madrileño jamás los usa.
Bajo ninguna circunstancia dejarás distancia de seguridad entre tu coche y el de enfrente, o ese espacio lo llenará otro y te pondrá en una situación aún más peligrosa.
Atravesar dos o más carriles de golpe se considera «seguir la corriente».
Cuanto más rápido atravieses un semáforo en rojo, menos posibilidades hay que te la pegues.
Siempre hay que frenar lo más tarde y bruscamente que sea posible, para asegurarse de que el ABS entre en funcionamiento y te de un agradable y relajante masaje en el pie cuando el pedal de freno se sacude. Los que no tengáis ABS, es una oportunidad para estirar las piernas.
Los nuevos paneles electrónicos de avisos de circulación no están ahí para proporcionar información útil. Sólo los han puesto para que Madrid parezca que tiene tecnología avanzada y para que no veas el coche radar que hay aparcado en la mediana.
Recuerda que no existe el concepto de «atajo» en Madrid durante las horas punta.
Tirar basura a la carretera le añade variedad al paisaje, impide que la basura existente se sienta sola y les da a los ecologistas algo que limpiar.
Aprende a dar fuertes bandazos. Madrid es la capital de la conducción en slalom a alta velocidad gracias a nuestro Ayuntamiento, que abre zanjas en lugares clave para poner a prueba los reflejos de los conductores y mantenerlos alerta.
En Madrid es tradicional darle bocinazos a los coches que no se mueven en el mismo instante en que el semáforo se pone verde.
Recuerda que el objetivo de todo conductor de Madrid es llegar primero, por cualesquiera medios que sean necesarios.
Las auténticas conductoras madrileñas son capaces de ponerse las medias y darse sombra de ojos a 120 por hora en tráfico denso.
Todos los conductores madrileños están obligados a utilizar un teléfono móvil mientras conducen. Así es más fácil llamar al 092 cuando chocan con alguien, y la Policía Municipal puede responder más rápido y bloquear dos o más carriles, especialmente en hora punta.
Niebla espesa y lluvia no son razones para dejar de seguir cualquiera de las normas previamente mencionadas. Estas condiciones meteorológicas son la forma que tiene Dios de asegurar el bienestar económico de chapistas, desguaces y vendedores de coches nuevos.