Mandar un sms con el móvil de última generación (Iphone, como no), recibirlo en el ordenador para que este mande una serie de comandos a una estructura creada con pieza de Lego. ¿y todo eso para beber una cerveza? Mejor seguir la «filosofía Homer Simpson», la cojo direcamente del frigorífico y no tengo que pensar tanto.
Vía: The Lego Brick